Casi me olvido
Para pensar un rato... O dos o más. O no pensar.
Me encanta, bah, me es casi gracioso, cuando se le dice algo que nunca se le había dicho a una persona, y se lo dice en una ocasión especial... Como que uno está esperando a ese momento especial para decirle a esa persona especial ese algo especial... Y yo personalmente creo que no hay que esperar ocasiones especiales para decir ese algo especial, que debería ser dicho todos los días. Al menos yo no quiero hacerlo. Trato de no hacerlo. Vivimos tanto en función del futuro, no nos damos cuenta, o quizás sí y no nos importa, que esa ocasión especial, ese momento, tal vez nunca llegue... Y a mí no me gustaría quedarme mis palabras en la boca. Yo creo que en vez de esperar esa ocasión especial, habría que decir eso especial cuando se piense, cuando se quiera, para hacer de un momento cualquiera, uno especial, y no de uno especial uno cualquiera.
Brindo por esos que esperan a esa ocasión especial.
Porque conozco muchos así, y muchos también son buena gente.
Mata.
Y lo escribo principalmente porque creo que hay mucha gente que no ve este concepto del mismo modo que yo, y bueno, que conozcan un poco otras opiniones...
Porque la reciprocidad parece ser el concepto por el cual mis amigos me regalan un chicle, por ejemplo. Y es que yo siempre doy chicles cuando tengo. Vamos directo al ejemplo porque creo que está difícil:
Yo siempre ando regalando chicles, entonces, cuando veo a mi amigo sacar un paquetito de Beldent le digo: "Uuuuuh, chicle, ¿me das uno por favor?"
Y me responde, "noo, chabón, son carísimos"
Voy yo de nuevo: "Daaaaah, pero yo siempre te doy"
Respuesta: "Vos ofreces, yo nunca te pedí chicle"
Para mí, ganó mi amigo. O sea, para mi la reciprocidad es... Cuando uno responde a un pedido, espera que cuando pida uno mismo también le respondan. Es decir, me piden chicle, doy, así cuando pido, me dan. Básicamente. Pero no funciona siempre así. Porque yo creo que la reciprocidad no funciona con todo lo que es voluntario. Por más de lo muy forro que pueda parecer, si mi amigo me dice que él acepta porque yo le ofrezco, está en lo cierto, que no tiene que darme chicle porque le pido (más allá de que nunca está 'obligado'). Creo que no me estoy pudiendo explicar muy bien, yo mismo no me entendería si fuera vos.
Bien, va así. Para mi esa reciprocidad, ese "te doy porque me diste", "te dejo porque me dejaste", etc, sólo es aplicable a los pedidos. Sólo si yo te pido que me dejes correspondería después que te deje. Sólo si te pido que me des correspondería después que me des. Si vos me dejás o das por tu propida voluntad, buena onda o lo que fuere, si yo no quiero darte ni dejarte, entonces es tu problema, porque vos no sabías si yo quería que me dejaras o me dieras, simplemente me diste/dejaste, y yo no te lo pedí, y ahora cuando vos me pidas no quiero que me recrimines eso que me dejaste o diste. Porque si uno va a andar haciendo favores para verlos de vuelta, es un bodrio, anda a hacerte favores a vos mismo. Si vos hacés de buena onda, o porque querés, hacelo de buena onda o porque querés, no esperes nada más del otro, porque no hay nada más.
Al menos a mí no me vengas a reclamar todo lo que hiciste por mi, si lo hiciste por mi, entonces fue por eso nada más, ahora si me necesitás, queda en mi ayudarte. ¿Seré lo tan forro como para dejarte tirado? Cuando necesites mi ayuda ya veremos...
Mata.
¿O mejor, lo que yo creo que es la fuerza de voluntad? No es muy complejo ni muy largo. La fuerza de voluntad es qué tanto podemos dar de nosotros para ir en contra de lo que realmente queremos. Así de simple.
Vayamos a lo práctico, para que quede claro. Una mujer tiene 10kg "de gorda" que quiere adelgazar. Comienza una dieta. Yo voy y le ofrezco una barra de chocolate blanco. Ella realmente la quiere, pero si su fuerza de voluntad es suficiente, no la va a comer. Muchos podrían decirme, "claro, su cuerpo lo quiere, pero su mente no, ella quiere por sobre todo adelgazar, y deja eso que quiere [el chocolate] por un fin mayor [bajar los kg "de más]". Y eso, a mí no me gusta. Mente y cuerpo son lo mismo, sos vos, es una persona. Y ese "la mente quiere" y el "`pr un fin mayor" son visión a futuro, que está bueno tener algo de ella, pero si muero el futuro desaparece. Y muerto no puedo comer ningún chocolate. Digamos que la vida la podemos disfrutar hoy, no sabemos cuándo va a estallar la guerra nuclear y nos vamos a morir todos. Sí, algo de visión a futuro, siempre se tiene. Pero por sobre todo, creo yo, está disfrutar el hoy. Y ejemplos como este puedo dar varios diferentes, pero no tiene caso, creo que se entendió la idea. Creo que fue Ricard, no se si es su nombre o su apellido, en fin, "el hombre más feliz del mundo", que dijo una vez:
"Vivir los momentos que nos trae la vida, es inevitable. Gozarlos o sufrirlos, una elección"
Mata.
"Pasa que los que tienen barba son siempre inteligentes", estábamos charlando. "Pero los que tienen mucha barba", se agregó después. Éramos cuatro, creo. No estoy seguro si él mismo o ella dijo después "y los que fuman también son inteligentes"- "Si, y depende que fumes, también, porque viste, el que fuma pipa
parece más inteligente", se agregó finalmente.
Y yo les dije: "Voy a escribir algo sobre esto". Me preguntaron si iba a escribir sobre los barbudos y los fumadores, y les dije que no, pero que algo así me servía para hablar de los prejuicios.
Y vení a decirme a mí qué son los prejuicios, que seguro que hay cada boludo con barba... Claro, también depende de como definamos inteligencia y boludez... Si inteligencia es dejarse crecer la barba y fumar pipa, adelante... Pero no creo que se refiriera a eso. Y en esta ocasión vuelvo a hacer una apelación al lector. No voy a pedir que no se prejuzgue. porque se que es, si no imposible, muy difícil. Está en nosotros juzgar y pre-juzgar. En todos los animales. Pero lo que sí se puede hacer, es hacer caso omiso de los prejuicios. Tengo una amiga, por ejemplo, que dice que hay otro amigo que solía caerle muy mal, antes de conocerlo. Ahora se llevan bien, hasta son amigos, desde que se conocieron. ¿Qué eso eso? Si hubiera seguido su prejuicio (que, perdón por no aclarar antes, es el juicio previo al conocimiento), no lo hubiera conocido. Se estaría perdiendo de un amigo. En fin, los prejuicios pueden llegar a beneficiarnos, pero así mismo, pueden privarnos de otros beneficios. El tema es que suelen ser errados, juzgar por un cruce de palabras, una mirada... Es tab poco que no puedo darnos un juicio cierto. Quién sabe si quiera las razones de las palabras que se cruzaron, o de cómo se ve la persona... ¿Por qué tuve el pelo de rojo, por ejemplo?
Mata.
Si hay algo que no me gusta particularmente, es la venganza. Hay un dicho: "Ojo por ojo, diente por diente". Dijo Gandhi, una vez: "Ojo por ojo, y el mundo se quedará ciego". No podría estar más de acuerdo. Además, combatir el fuego con fuego es una idea estúpida (sin intenciones de ofender) ya desde el vamos. Imaginá al fuego. Ahora imaginá un fuego contrario. No hay que ser genio para darse cuenta de que al contrario de apagarse, se aviva y expande. Si enfrentás fuego con fuego, posiblemente salgas quemado. Estamos casi como al principio, sólo que un poco peor.
Leí yo en algun lado: "Originalidad no es decir eso que no se ha dicho [para nuestro ejemplo, hacer], es decir lo mismo pero de una forma nunca antes oída".
Claramente, enfrentar fuego y agua nos brinda una solución sola. El fuego se extingue, el agua se evapora, una de dos. La definición se da desde quién pone más de sí.
Así que bueno. He intentado no enfrentar el fuego. Y he salido perdiendo. He intentado enfrentarlo con fuego. He salido perdiendo. Quedémosnos abiertos a nuevas opciones, quizás con agua salga ganando. Después de todo, no pierdo nada intentando, y como muchos dicen: "La tercera es la vencida"
Mata.
City Tree by Dan S, inspired by stiletto.love.